viernes, marzo 16, 2012

Buscando

Las lejanas luces le indicaban la cercanía de un pueblo, traían a su pensamiento imágenes de cálidos fuegos, animadas charlas frente a la lumbre, risas y confraternización, cosas que había dejado atrás hacia ya tiempo, se le antojaba como una eternidad, ya casi había olvidado el agradable roce humano, pero su búsqueda exigía del alejamiento, de la privación, evitar las distracciones.
No podía detenerse, caminar, caminar, evitando todo contacto, solo entre la naturaleza, observando, meditando, aprendiendo de lo que encontrara, buscando una nueva perspectiva.
La guerra se lo había arrebatado todo, incluso su humanidad, en el frente realizó actos inenarrables, actos que le atormentaban durante el sueño y la vigilia, el hecho de que fueran ordenados no le aliviaba nada, es mas, potenciaba su tormento. La derrota lo despertó, le dio conciencia de lo realizado, fue una derrota total, militar y espiritual, su único sentido hasta entonces era la victoria, cuando le arrebataron esa idea y comprendió que nunca la lograría enloqueció, creía que el coste solo merecía la pena si ganaba, y en el fracaso entendió que el coste era demasiado para cualquier caso. Ahora vacío y a la deriva huía, todos los días, de sus miedos, de sus monstruos, de él mismo, y mientras huía no era él, era otro, capaz de buscar una salida al infierno que escasos pasos atrás le seguía.
Avanzando en su burbuja surca un plácido mar primaveral de paz y armonía, los arboles crecen a su ritmo, los animales sobreviven en equilibrio con el medio, el viento danza libre entre las colinas, si solo pudiera imbuirse de ello, si solo pudiera romper esa persistente y oscura aura suya. Quien fuera niño para volver a empezar de nuevo entre aquellos parajes, bajo aquella luna y estrellas, en aquel limpido cielo, llenarse los ojos de luz para ver entre la oscuridad y no tropezar, pero en sus ojos solo hay humo, en sus oídos gritos, en su garganta un fiero rugido, la muerte salió de sus manos, y ya no son capaces de hacer nada.
Una lluviosa noche, resbala, cae, se golpea, y pierde la conciencia, al despertar en el ocaso descubre que esta solo, fuera del camino, ya no escucha a sus perseguidores, el rugido de las bestias se ha perdido, sonríe como no hacía en muchísimo tiempo, y allí decide pararse.
Con sus manos construye un pequeño refugio, utensilios de pesca, caza y recolección, se pertrecha durante el verano para el invierno, y plácidamente pasan las estaciones, rodeado de esa paz, sin importarle nada, solo existiendo, uno mas en el devenir de los días...
Esa noche duerme mal, vuelve a oír los gritos, los llantos, las súplicas, el hedor a muerte inunda sus fosas, ya están aquí, lo han encontrado, todo llega, nunca se puede escapar a uno mismo, lo llevas cosido. En la mañana despierta temprano y comienza a recoger sus utensilios, no le queda tiempo, las rocas a su espalda se desprenden con un seco sonido, se gira, un oscuro uniforme le mira con rencor, el guiño de su revolver lo desplaza un paso hacia atrás, un segundo guiño lo derriba, mientras el aire escapa de sus pulmones arrastra consigo una sonrisa... aquí esta bien...aqui esta bien...

No hay comentarios: