sábado, diciembre 17, 2005

Brisas Invernales

El frío viento se colaba entre sus viejas paredes, rojas piedras de rodeno yacían amontonadas allí donde el peso de los años las habían obligado a doblegarse, las cal hace tiempo que se había disuelto dejando un cuerpo sin piel, desnudo. Las gotitas de rocío matutino, congelas ya, cubrían la fuerte musculatura que ya no era capaz de soportar su propio peso, la cabeza calva, donde antes hermosas tejas negras de pizarra la protegieron de los aguaceros y las nieves, vacía de toda idea se hallaba, y los huesos roídos por el constante girar del mundo e iluminados por inmensas constelaciones de estrellas esperaban al sol del nuevo día.
Un roble descansaba sus ateridos brazos sobre los inamovibles sillares, mientras que un cuervo dormitaba en sus afilados dedos. A sus pies una familia de ratones vivía en los agujeros de sus botas, muy preocupados por la constante vigilancia a la que les sometía una lechuza.
Poco a poco, el cielo comenzó a arropar a todos los animales, plantas y piedras del lugar con una gruesa manta blanca, brillaba como si desprendiera luz propia, pero no era mas que el reflejo de la creciente luna que perezosa se levantaba sobre las montañas. Las flores escondidas en sus tallos se taparon mas, e incluso el rojo de las piedras comenzó a tornarse tan blanco como antaño.

sábado, junio 11, 2005

Un Paraje

Diminutas volutas de humo se perdian en la inmensidad del limpido cielo estival, una suave y calida brisa paseaba alegremente por el entorno, rozando suavemente las ramas de los arboles, los petalos de las flores, y la cristalina superficie de los arrolluelos. El fino rumor del agua hacia un perfecto dueto con el canto de los grillos y el crujir de las hojas al rozarse, el suave trino de los pajarillos volaba alegremente sobre las encrespadas colinas circundantes, por aqui y por alla la vida se habria camino en un estado de perfecta armonia...
Pero no siempre es asi todo, el universo gira con sus propias reglas, la incertidumbre lo es todo en un mar de ciegas certezas, asi, lo que un dia fue un bucolico paraje de naturaleza perfecta hoy lo es de mayor perfeccion aun.
Una rojizia y espesa humareda era exalada de un burbujeante agujero fundiendose con las multicolores nubes que planeaban sobre el lugar, el ceniciento cielo amenazaba con lluvia, pero no con una precipitacion normal, si no con una corrosiva cortina capaz de quemar la propias llamas que danzaban sobre unos tubos emergentes de la tierra, una seca tierra de color oscuro que exudaba un acre olor a podredumbre. Un flujo de consistencia viscosa cortaba el terreno, serpenteante en su recorrido, el gorgojeo que emanaba de el era transportado por un abrasante remolino de gas que campaba fieramente a sus anchas sin ningun opositor que lo detuviera, y haciendo chirriar a su paso las cadenas de la maquinaria, ahora inerte, que esperaba solo una orden para moverse. Extranyas formas parecidas a aves sin plumas graznaban a los altos muros y alambradas de las insaciables factorias que escupian una gris polvareda sobre el plomizo cielo, la vida sigue abriendose camino, en todas sus extranyas formas, sin importarle el juicio de nadie, majestuosa, bella y perfecta...

miércoles, junio 08, 2005

Fuego y piedra

Un incandescente fuego cubria los campos como si de una manta se tratara, la antes verde hierba se retorcia de dolor exalando a borbotones un humo oscuro, mientras, la palida piedra recibia el constante aguijoneo de proyectiles clavandose y arrancando trozos de su clara superficie, el retumbar de miles de pisadas generaba ondas en la sucia agua del foso que circulaba rodeando al firme bastion. Los segundos discurrian, caian al igual que lo hacian las piedras de sus muros ya resquebrajados por la constante y erosiva lluvia que lo corroia, la humareda cubria la direccion del enemigo, invisible este, desde su posicion ofensiva se disponia a lanzar una nueva andanada de llamas, terribles y fascinantes, que en su loca danza reducirian a cenizas la esperanza y la vida, amorales y sin misericordia lanzaban su delirante canto al cielo.
La aurora del amanecer se vislumbraba al fondo, las negras tinieblas que cubrian la escena escapaban quedandose con la intriga de cual seria el final. De improviso una nota monocorde rasgo el aire en todas direcciones, su fuente no provenia de la ajada fortaleza, si no de los confines de la noche y la bruma, pronto fue sustituida por el tintineo metalico de miles de piezas de hierro al chocar, aquella musica helo asta a las candentes y voraces llamas que esperaban. El tiempo seguia pasando y el entrechocar se hacia mas fuerte, los campos ya no humeaban, las llamas presas de un subito miedo habian retrocedido y verdes trozos de pasto aun quedaban indemnes, los ajados parapetos parecieron resurgir de su estupor y comenzaron a vomitar enormes vocanadas de rabioso humo, un humo que halla donde impactaba levantaba la tierra cubriendo la febril luz del fuego enemigo...
El humo aun circunda el lugar, las defensas han caido sin orden, el caos es duenyo de la escena, ya nada arde, pero tampoco nada canta, solo queda un impasible sol en su zenit que observa sin juzgar, pero que esa tarde cuando se ponga lo hara con tonos carmesi...

martes, mayo 31, 2005

La poderosa lanza

El suave remanso de icor rojo se vio truncado por una subita onda producida por una punta, tras unos breves segundos en los que sorbio del carmesi liquido, se alejo del recipiente y con una trayectoria limpia impacto en una superficie blanca, la cual comenzo a sangrar por la herida sufrida, sin despegarse comenzo a trazar terribles surcos que dejaban tras de si caminos bermellon, el suave susurro de su paso pronto se convirtio en terribles gritos de dolor, a cada trazo se anyadia una nueva voz que gritaba, pronto la superficie fue insuficiente para la terrible lanza que la laceraba, otras superficies fueron presa de su furiosa determinacion, parecia dispuesta a no dejar un solo espacio sin sufrimiento. De la misma manera que habia comenzado termino, su ansia se apago y fue tranquilamente a reposar sobre una superficie de madera. El blanco campo que primeramente estuviera tranquilo llacia inerte entre una confusa marasma de transparente cristal. No paso mucho tiempo hasta que fue recogido y cual cadaver fuera transportado de manera reverente al lugar de donde sus trazos deberian ser imperativa ley...
En una oscura camara se escucha un ronco llanto de desconsuelo, miles de cuerpos llacen apilados por todos los rincones, solo un pequenyo espacio queda libre, ocupado por una pequenya mesa y una silla, sobre el menudo escritorio llacen unas cuantas ordenes seguidas, manchadas de terrible sufrimiento, escritas de escarlata, como la vida que antes fluia por los ocupantes del recinto y que fue sorbida por una balloneta de un suave remanso...

miércoles, mayo 18, 2005

Velocidad

Su carrera era veloz, impulsado por unas fuertes rafagas de aire el vehiculo devoraba kilometros de manera insaciable, parecia que no habia nada que pudiera detenerlo, barrera humana o natural despertaban en el una cruel carcajada de superioridad, manifestada por el atronador sonido de su motor, el viento intentaba lacerar su metalico chasis, pero tan solo conseguia exalar un terrible silvido de dolor al resblar sin poder sujetarse a nada, su vision era tan fugaz que la gente pensaba que lo habia imaginado. Entonces, subitamente cambio con furiosa agresividad el curso de su fuerza impulsora, lanzandose en una direccion perpendicular se alzo sobre todo lo que lo rodeaba, siguiendo con la misma inercia que lleveba pronto se alejo de todo lo que habia intentado frenarlo. Al momento sintio como unas invisibles cuerdas le empujaban hacia la el planeta que abandonaban, pero, fuerte es el orgullo y mas fuerte era su determinacion, con un despectivo rugido mecanico destrenzo los lazos que lo oprimian y acelerando hacia el celestial mar llego en poco tiempo a percibir que lo que dejaba atras era tan solo un pequenyo guijaro que flotaba en un infinino mar de luces. Velocidad, velocidad, esa era la palabra que le habia dado forma, y si algo era capaz de personificarla ese era su hijo, un hijo insaciable que queria huir del mismisimo tiempo, su velocidad ya era inconcebible, los granos de arena se detenian en su caida, el color desaparecia bajo sus turbinas, los atomos se disolvian, era capaz de verse a la vez en muchos lugares, ocupaba todos los sitios por donde habia pasado, pasaba y pasaria a la vez, y cuando por fin estaba a punto de superarse a si mismo en todos los puntos... su chasis comenzo desdibujarse, su imagen desaparecio como el carboncillo borrado por una cruel goma de ironia, gritando con roncos estertores maldecia la crueldad de ser atropellado por alguien mas rapido, el mismo, habia olvidado que uno nunca puede ser mas veloz de lo que uno es...

miércoles, mayo 11, 2005

En el Oceano del Tiempo

El viento azotaba los acantilados, el rumor del mar traia una cancion hasta la costa, y mecido por las olas flotaba un objeto que visto desde lejos parecia el cuerpo sin vida de un marinero, se trataba sin duda de un viejo marinero, pero no era humano, era un viajero de madera que por incontables meses se habia visto arrastrado por los siete mares sin que ninguna costa se apiadara de su triste situacion. Arrancado con crueldad de su hogar, sin posibilidades de elegir ni de resistirse, se habia mantenido a flote contra viento y marea, tempestad y calma, siguiendo su inexorable marcha en busca de un hogar donde su inchado cuerpo pudiera reposar, tal vez secarse bajo los rayos de un benigno sol y resucitar a su antigua existencia. Pero el mar es cruel, tal vez tanto como el destino, por que tras ser golpeado de manera atroz por los arrecifes rocosos fue expulsado por un terrible remolino de agua con direccion a las profundidades oceanicas. De nuevo, sin vida y ahito de agua salada su figura se bamboleaba entre olas verdosas, sin rumbo, sin guia... Un tremendo golpe desgarro su cuerpo hasta el punto de separar una parte, un casco metalico lo habia arrollado, pero la fuerza del choque lo habia devuelto a la trayectoria anterior, ahora, partido como estaba, fue capaz de superar el impenitente muro de escollos que lo separaban de unas rocosas playas, y tras un tiempo no demasiado corto acabo por varar entre los cantos rodados. Los segundos pasaron, los minutos, las horas, los dias, los meses. Su cuerpo se secaba y se humedecia a capricho de las mareas y el sol, pero ahora ni el mas potente oleaje podia arrancarlo de alli. Un buen dia cuando el sol brillaba y su cuerpo estaba seco, una figura lo recogio de su refugio, llevandolo lejos del oceano, hasta donde es imposible divisar esa fina linea donde el azul del mar acaba y empieza el azul del cielo. Tras un largo viaje de miles de quilometros, comenzo una nueva tortura, fue mutilado cruelmente, se le arranco la encallecida y aspera piel, junto al velludo musgo que le habia crecido en el mar, limpio de ello, y con una sensacion de fragilidad indescriptible fue banyado en un liquido que parecio detener el tiempo en cada uno de sus poros, y tras esto fue plantado en tierra, en una posicion extranya, junto a otros naufragos, junto a suenyos salados como lagrimas, junto a tesoros de las profundidades, y alli reposa aun hoy dia, a la espera de volver al mar que un dia lo torturo, pero que en el fondo fue el que le dio forma, rodeado de otros que como el surgieron de las verdes o azules aguas que erosionan hasta el tiempo, y que anyoran pese haberlas odiado una vez...

miércoles, abril 13, 2005

La Estancia Vacia

El aire era espeso, en aquel lugar hacia mucho calor, no se sabia si era por que estaba situado debajo de una panaderia y el calor se filtraba por sus paredes o por que en algun momento, en invierno, alguien encendio el aire acondicionado y nunca mas supo o quiso apagarlo. Las paredes pintadas de un azul claro empezaban ya a cuartearse, la humedad era patente pero sin embargo por alguna extranya circunstancia los folios que reposaban sobre una gran mesa de caoba se encontraban secos, aunque de un tono amarillento. Sobre el gran butacon que se enfrentaba a la mesa habia una vieja chaqueta de poliester, perfectamente doblada y puesta sobre el respaldo. La pared frente al escritorio se encontraba tapada por un inmenso armario de chapa metalica, con cuatro puertas cerradas y ocho cajones, de los cuales uno estaba habierto, y dentro de el reposaban unicamente tres llaves, algo corroidas por el tiempo y de aspecto antiguo, los pliegues de sus dientes se encontraban sucios, mostrando que hacia mucho tiempo que no habian sido usados. En la pared a la derecha del armario habia colgado un reloj de esfera que habia quedado parado a las diez y cincuenta i siete minutos de un indeterminado dia cuando le sorprendio subitamente el fin a sus circuitos, la esfera sucia traslucia un millar de horas de servicio incondicional, apenas valorado por una pequenyas e inconstantes miradas, algunas de odio por que no avanzara mas rapido, otras de esperanza y alivio por su recorrido. La oscura y sucia esfera sin vida del reloj miraba fijamente a una puerta de madera, la miraba con tono acusador, como si fuera la culpable de su abandono, como si fuera la culpable de no permitir que su salvador entrara y lo sacara de aquel lugar, ni tan siquiera parecia permitir que el caluroso y viciado aire pudiera escapar a aquella estancia, solo parecia permitir que el calor se filtrara a traves, el calor que parecia emanar de todos lados y ninguno a la vez, un calor no alimentado por fuego, un calor oscuro y sin alma que no les traia noticias del exterior...

lunes, abril 11, 2005

Principios

Como en todos los principios, siempre hay prolemas, habiendo llegado ha esta conclusion me dispongo a comenzar no desde el principio principio, por que este no es mas que una mera ilusion, por que cuando un circulo se ha cerrado ya es practicamente imposible encontrar el principio, e incluso el fin.