El suave remanso de icor rojo se vio truncado por una subita onda producida por una punta, tras unos breves segundos en los que sorbio del carmesi liquido, se alejo del recipiente y con una trayectoria limpia impacto en una superficie blanca, la cual comenzo a sangrar por la herida sufrida, sin despegarse comenzo a trazar terribles surcos que dejaban tras de si caminos bermellon, el suave susurro de su paso pronto se convirtio en terribles gritos de dolor, a cada trazo se anyadia una nueva voz que gritaba, pronto la superficie fue insuficiente para la terrible lanza que la laceraba, otras superficies fueron presa de su furiosa determinacion, parecia dispuesta a no dejar un solo espacio sin sufrimiento. De la misma manera que habia comenzado termino, su ansia se apago y fue tranquilamente a reposar sobre una superficie de madera. El blanco campo que primeramente estuviera tranquilo llacia inerte entre una confusa marasma de transparente cristal. No paso mucho tiempo hasta que fue recogido y cual cadaver fuera transportado de manera reverente al lugar de donde sus trazos deberian ser imperativa ley...
En una oscura camara se escucha un ronco llanto de desconsuelo, miles de cuerpos llacen apilados por todos los rincones, solo un pequenyo espacio queda libre, ocupado por una pequenya mesa y una silla, sobre el menudo escritorio llacen unas cuantas ordenes seguidas, manchadas de terrible sufrimiento, escritas de escarlata, como la vida que antes fluia por los ocupantes del recinto y que fue sorbida por una balloneta de un suave remanso...
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