miércoles, mayo 11, 2005

En el Oceano del Tiempo

El viento azotaba los acantilados, el rumor del mar traia una cancion hasta la costa, y mecido por las olas flotaba un objeto que visto desde lejos parecia el cuerpo sin vida de un marinero, se trataba sin duda de un viejo marinero, pero no era humano, era un viajero de madera que por incontables meses se habia visto arrastrado por los siete mares sin que ninguna costa se apiadara de su triste situacion. Arrancado con crueldad de su hogar, sin posibilidades de elegir ni de resistirse, se habia mantenido a flote contra viento y marea, tempestad y calma, siguiendo su inexorable marcha en busca de un hogar donde su inchado cuerpo pudiera reposar, tal vez secarse bajo los rayos de un benigno sol y resucitar a su antigua existencia. Pero el mar es cruel, tal vez tanto como el destino, por que tras ser golpeado de manera atroz por los arrecifes rocosos fue expulsado por un terrible remolino de agua con direccion a las profundidades oceanicas. De nuevo, sin vida y ahito de agua salada su figura se bamboleaba entre olas verdosas, sin rumbo, sin guia... Un tremendo golpe desgarro su cuerpo hasta el punto de separar una parte, un casco metalico lo habia arrollado, pero la fuerza del choque lo habia devuelto a la trayectoria anterior, ahora, partido como estaba, fue capaz de superar el impenitente muro de escollos que lo separaban de unas rocosas playas, y tras un tiempo no demasiado corto acabo por varar entre los cantos rodados. Los segundos pasaron, los minutos, las horas, los dias, los meses. Su cuerpo se secaba y se humedecia a capricho de las mareas y el sol, pero ahora ni el mas potente oleaje podia arrancarlo de alli. Un buen dia cuando el sol brillaba y su cuerpo estaba seco, una figura lo recogio de su refugio, llevandolo lejos del oceano, hasta donde es imposible divisar esa fina linea donde el azul del mar acaba y empieza el azul del cielo. Tras un largo viaje de miles de quilometros, comenzo una nueva tortura, fue mutilado cruelmente, se le arranco la encallecida y aspera piel, junto al velludo musgo que le habia crecido en el mar, limpio de ello, y con una sensacion de fragilidad indescriptible fue banyado en un liquido que parecio detener el tiempo en cada uno de sus poros, y tras esto fue plantado en tierra, en una posicion extranya, junto a otros naufragos, junto a suenyos salados como lagrimas, junto a tesoros de las profundidades, y alli reposa aun hoy dia, a la espera de volver al mar que un dia lo torturo, pero que en el fondo fue el que le dio forma, rodeado de otros que como el surgieron de las verdes o azules aguas que erosionan hasta el tiempo, y que anyoran pese haberlas odiado una vez...

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