En una lejana orilla un mar de estrellas se apaga, su fuego ya no calentara mas amaneceres, sus formas no dibujaran mas sueños, su luz no guiara a mas soñadores...
En una lejana orilla un sueño, ya desgastado por el tiempo, titila entre la penumbra, su arena ya rancia se vierte por el cono de un reloj agotado por el uso...
En una lejana orilla un ser humano muere, sus huesos se pudren entre montículos de sucio sábulo sin mas esperanza que engrosar las lomas cuando la erosión acabe con ellos...
En una lejana orilla el silbido del viento ya no formara mas música ni jugara con las formas dándoles vida...
En una lejana, muy lejana orilla, donde todo comenzó en un instante, un cactus desafía la sequía y el insalubre ambiente. Sus espinas rasgan la injusticia que le rodea, sus raíces lo sostienen firme en el resbaladizo terreno, su reserva acuosa, imbuida por la esperanza lucha contra el seca y asfixiante realidad. Una estrella, un anhelo, un hueso y un suspiro son sus padres...
En una lejana orilla un cactus finaliza su existencia, y de el brotan infinitas y espumosas olas que desparramándose por doquier hidratan y colman todo a su alrededor...
En una lejana orilla vuela una suave y fina pluma que es guiada por las corrientes de un magnifico y mágico océano...
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