El suave remanso de icor rojo se vio truncado por una subita onda producida por una punta, tras unos breves segundos en los que sorbio del carmesi liquido, se alejo del recipiente y con una trayectoria limpia impacto en una superficie blanca, la cual comenzo a sangrar por la herida sufrida, sin despegarse comenzo a trazar terribles surcos que dejaban tras de si caminos bermellon, el suave susurro de su paso pronto se convirtio en terribles gritos de dolor, a cada trazo se anyadia una nueva voz que gritaba, pronto la superficie fue insuficiente para la terrible lanza que la laceraba, otras superficies fueron presa de su furiosa determinacion, parecia dispuesta a no dejar un solo espacio sin sufrimiento. De la misma manera que habia comenzado termino, su ansia se apago y fue tranquilamente a reposar sobre una superficie de madera. El blanco campo que primeramente estuviera tranquilo llacia inerte entre una confusa marasma de transparente cristal. No paso mucho tiempo hasta que fue recogido y cual cadaver fuera transportado de manera reverente al lugar de donde sus trazos deberian ser imperativa ley...
En una oscura camara se escucha un ronco llanto de desconsuelo, miles de cuerpos llacen apilados por todos los rincones, solo un pequenyo espacio queda libre, ocupado por una pequenya mesa y una silla, sobre el menudo escritorio llacen unas cuantas ordenes seguidas, manchadas de terrible sufrimiento, escritas de escarlata, como la vida que antes fluia por los ocupantes del recinto y que fue sorbida por una balloneta de un suave remanso...
...en el oscuro pasaje de un libro me encontré, perdida el alma, perdida la noción de bien y mal, perdida la esperanza de un futuro, busqué y encontré, nada existe ni es real, sueños que se sueñan a si mismos, nieblas autosustentadas, así somos, gracias a eso podemos hacer cualquier cosa...
martes, mayo 31, 2005
miércoles, mayo 18, 2005
Velocidad
Su carrera era veloz, impulsado por unas fuertes rafagas de aire el vehiculo devoraba kilometros de manera insaciable, parecia que no habia nada que pudiera detenerlo, barrera humana o natural despertaban en el una cruel carcajada de superioridad, manifestada por el atronador sonido de su motor, el viento intentaba lacerar su metalico chasis, pero tan solo conseguia exalar un terrible silvido de dolor al resblar sin poder sujetarse a nada, su vision era tan fugaz que la gente pensaba que lo habia imaginado. Entonces, subitamente cambio con furiosa agresividad el curso de su fuerza impulsora, lanzandose en una direccion perpendicular se alzo sobre todo lo que lo rodeaba, siguiendo con la misma inercia que lleveba pronto se alejo de todo lo que habia intentado frenarlo. Al momento sintio como unas invisibles cuerdas le empujaban hacia la el planeta que abandonaban, pero, fuerte es el orgullo y mas fuerte era su determinacion, con un despectivo rugido mecanico destrenzo los lazos que lo oprimian y acelerando hacia el celestial mar llego en poco tiempo a percibir que lo que dejaba atras era tan solo un pequenyo guijaro que flotaba en un infinino mar de luces. Velocidad, velocidad, esa era la palabra que le habia dado forma, y si algo era capaz de personificarla ese era su hijo, un hijo insaciable que queria huir del mismisimo tiempo, su velocidad ya era inconcebible, los granos de arena se detenian en su caida, el color desaparecia bajo sus turbinas, los atomos se disolvian, era capaz de verse a la vez en muchos lugares, ocupaba todos los sitios por donde habia pasado, pasaba y pasaria a la vez, y cuando por fin estaba a punto de superarse a si mismo en todos los puntos... su chasis comenzo desdibujarse, su imagen desaparecio como el carboncillo borrado por una cruel goma de ironia, gritando con roncos estertores maldecia la crueldad de ser atropellado por alguien mas rapido, el mismo, habia olvidado que uno nunca puede ser mas veloz de lo que uno es...
miércoles, mayo 11, 2005
En el Oceano del Tiempo
El viento azotaba los acantilados, el rumor del mar traia una cancion hasta la costa, y mecido por las olas flotaba un objeto que visto desde lejos parecia el cuerpo sin vida de un marinero, se trataba sin duda de un viejo marinero, pero no era humano, era un viajero de madera que por incontables meses se habia visto arrastrado por los siete mares sin que ninguna costa se apiadara de su triste situacion. Arrancado con crueldad de su hogar, sin posibilidades de elegir ni de resistirse, se habia mantenido a flote contra viento y marea, tempestad y calma, siguiendo su inexorable marcha en busca de un hogar donde su inchado cuerpo pudiera reposar, tal vez secarse bajo los rayos de un benigno sol y resucitar a su antigua existencia. Pero el mar es cruel, tal vez tanto como el destino, por que tras ser golpeado de manera atroz por los arrecifes rocosos fue expulsado por un terrible remolino de agua con direccion a las profundidades oceanicas. De nuevo, sin vida y ahito de agua salada su figura se bamboleaba entre olas verdosas, sin rumbo, sin guia... Un tremendo golpe desgarro su cuerpo hasta el punto de separar una parte, un casco metalico lo habia arrollado, pero la fuerza del choque lo habia devuelto a la trayectoria anterior, ahora, partido como estaba, fue capaz de superar el impenitente muro de escollos que lo separaban de unas rocosas playas, y tras un tiempo no demasiado corto acabo por varar entre los cantos rodados. Los segundos pasaron, los minutos, las horas, los dias, los meses. Su cuerpo se secaba y se humedecia a capricho de las mareas y el sol, pero ahora ni el mas potente oleaje podia arrancarlo de alli. Un buen dia cuando el sol brillaba y su cuerpo estaba seco, una figura lo recogio de su refugio, llevandolo lejos del oceano, hasta donde es imposible divisar esa fina linea donde el azul del mar acaba y empieza el azul del cielo. Tras un largo viaje de miles de quilometros, comenzo una nueva tortura, fue mutilado cruelmente, se le arranco la encallecida y aspera piel, junto al velludo musgo que le habia crecido en el mar, limpio de ello, y con una sensacion de fragilidad indescriptible fue banyado en un liquido que parecio detener el tiempo en cada uno de sus poros, y tras esto fue plantado en tierra, en una posicion extranya, junto a otros naufragos, junto a suenyos salados como lagrimas, junto a tesoros de las profundidades, y alli reposa aun hoy dia, a la espera de volver al mar que un dia lo torturo, pero que en el fondo fue el que le dio forma, rodeado de otros que como el surgieron de las verdes o azules aguas que erosionan hasta el tiempo, y que anyoran pese haberlas odiado una vez...
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